Mi boca descontrolada, en madrugada apostólica, vomita sobre el clan familiar: "que no madura más que envejece muy rápido, cuantos años tiene tu alma?" "¿quien dijo que todo esta perdido...?" Respondí "Mi abuelo. El alma de mi abuelo". Despues volví. Despues dormí. Y en mañana siguiente, ME VOMITARON A MI. Abuelo ya no, ya no hay más abuelo Abuelo ya no tiene nada que perder Abuelo ganó eterno.