Cuando no hay
hago berrinche;
me empaco,
diría mamá.
Un rato nomás
porque
soy grande ahora
y no dura en el tiempo.
Si pretendo
al mundo
venirse abajo,
es por un rato nomas.
No entro
en mis zapatos
de niña.
y entonces
veo la noche
que nace
y no el techo
que cae.
Soy grande ahora.
El berrinche
es pequeño.
Más pequeño,
cada vez.