Ahora somos uno. Somos dos al mismo tiempo. Estas palabras con la voz de tu interior. Este ser con tu cuerpo.
Por un instante.

11/3/09

Tiempos de verano

Hoy mi mente tiene un día de verano.
Cuando mira al horizonte no ve más que rumbos de esperanza y sueños de adultez.
Como a un niño, todo me resulta enorme.
"el mundo no puede ser tan malo" piensa mi mente,
y se pierde en las luces que alumbran la ciudad.


Grande es todo cuando sentís la soledad acompañando tu paso.
Soledad de conocidos. Soledad de barrios gastados por tus propios pasos.
Soledad de arraigo y familiaridad.


El mar es imponente, soberbio.
El mar no te necesita, no te busca.
Ningún lugar hace algo por valer la pena.


Eso lo hago yo
pensando qué lindo quedarían todos los lugares
con mis pies recorriendo sus caminos,
con mis brazos agitando el agua de sus ríos.


Ni contemplar siquiera, la posibilidad de estar en todos lados,
de conseguirlo, de saberlo todo. Los ríos seguirán su curso,
la música seguirá sonando sin llegar a mis oídos
y yo siempre tendré que reconocer en mi diario que hay algo que no sé.

Por eso es que hasta mis últimos días podrán existir días de verano en mi mente,
ambiciones de grandes espacios, de sentirse chico por ser tan grande.
En la inmensidad reconozco mi alegria
En mi alegria reconozco la inmensidad.