Ahora somos uno. Somos dos al mismo tiempo. Estas palabras con la voz de tu interior. Este ser con tu cuerpo.
Por un instante.

29/11/11

lluvia

A mi abuela, el agua le trae polvo a la puerta de entrada. Se queja, se queja; tiene que barrer.
La tierra en la vereda y esa maldita humedad.
Mientras tanto en la radio comentan
que los cordobeces sonrientes caminan la costa
de un arroyito modesto
y agradecen al cielo magnanimo.

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